Ensayo sobre poesía: Juan Sánchez Peláez. Parte 3

Juan Sánchez Peláez compartió experiencias mientras vivió en Chile con el grupo “Mandrágora”, que ha sido llamado sucursal del surrealismo en Latinoamérica. Este grupo era muy activo y en el año 1940 expresaron su sentir. Padrón (1990) transcribe un fragmento:

Hemos adelantado nuestro destino. Estamos lejos. Corremos en una competencia de caracoles. Hemos incendiado el cielo. Ante la inminencia del peligro, todos deben correr, incluso para despedazarnos. Nosotros queremos fomentar una competencia de centellas. Nuestro optimismo y nuestro pesimismo poético unidos forman la más bella fisonomía del amor. (p.175)

Entre los poetas que conformaron este grupo encontramos a Braulio Arenas, Teófilo Cid, Jorge Cáceres y Gómez Correa. Otro autor importante para ellos y para Sánchez Peláez fue Rosamel del Valle.

El poeta Sánchez Peláez se convierte en punto de referencia al hablar de surrealismo en Venezuela, aunque existan otros autores que lo manejen como Francisco Pérez Perdomo o Hesnor Rivera.

Otras lecturas que ejercieron influencia sobre Juan Sánchez Peláez se hallan en las obras de Kafka, Rimbaud, Huidobro, Westphalen.

Juan Liscano es el primer crítico de la obra de Sánchez Peláez. Hacia el año 1972 salió publicada una crítica realizada por Liscano, la cual transcribe Padrón (1990): “Sánchez Peláez fue el primer poeta venezolano que introdujo en nuestra lírica la conciencia de la clandestinidad del hombre en el mundo y su certidumbre angustiosa de haber sido arrojado al tiempo, como un  extranjero, sin su consentimiento” (pp.171-172)

En la poesía de Sánchez Peláez encontramos el festejo de los sentidos, la lucha de la sensación por  reflejarse en imagen. Se han nombrado las lecturas que ejercieron una influencia en este poeta. No obstante también se le relaciona con otro poeta venezolano anterior a él, José Antonio Ramos Sucre, poeta atormentado y llamado como los surrealistas: “Poeta maldito”. Ramos Sucre se atrevió a emprender una aventura con el lenguaje, él se convirtió en paradigma de Juan Sánchez Peláez.

En la próxima entrega:

“Juan Sánchez Peláez y Vicente Gerbasi”